Eran las 12 del mediodía de un 17 de Marzo de
1.980, en la esquina de Sociedad, en el corazón de la avenida Universidad de
Caracas, un escolta presidencial trató de detener el tráfico –irrespetando el
semáforo- para darle paso a la caravana
oficial donde venía el presidente de la
República, LUIS HERRERA CAMPINS.
Un agente de la Policía Metropolitana que
dirigía el tránsito en ese lugar, llamado APASCACIO MATA, se lo impidió.
Deténganse… paren… paren, el semáforo está en
rojo… ¡ El paso es para los peatones ¡ le dijo Apascacio al escolta.
El escolta presidencial, con voz altisonante le
grita al agente: Chico…Quítate… ¿ Tu no
sabes quiénes somos ?. Ahí viene el
presidente.
Ustedes son los primeros que deben cumplir la
ley, le dijo Apascacio, sin perder la compostura.
La comitiva oficial y el presidente Herrera
tuvieron que esperar la luz verde semáforo para poder pasar, no obstante el
presidente se dio cuenta del incidente.
Pasada una semana de lo sucedido, el director de
la PM. mEanda a llamar a Apascacio y le dice:
¡ PREPARATE ¡ creo que estas “votao” y a lo mejor vas preso. El presidente me pidió el nombre del
funcionario que detuvo su caravana. A
los días le llegó a Apascacio una invitación especial para almorzar con el
primer mandatario, acto en el cual fue condecorado.
Mayor sorpresa se llevó Apascacio cuando el
presidente de los EE.UU. Jimmy Carter, lo invitó en 1.981 a la escuela de
policía de Nashville, Tenneesse. Y fue homenajeado en la Casa Blanca, donde
compartió con Carter. En 1981 ganó el
miss universo Maritza Sayalero y lo designó como escolta personal.
Apascacio Mata, jamás fue amonestado, nunca
faltó al trabajo. Se convirtió en un
ejemplo para la ciudad, infundía respeto, reprendía a todos los violadores de
la ley, no se le salvaba nadie, ni diputados, ni senadores ni el mismo
presidente. Ayudaba a los niños y
ancianos a cruzar la calle, impuso a los conductores la regla de pararse antes
del rayado.
Mucha gente se detenía en la esquina de Sociedad
para verlo dirigir el tráfico; era una mezcla de show man con un policía de
tránsito inglés, impecablemente vestido, con gestos y porte marcial, decente,
buen trato, bondadoso, saludaba con la mano tocándose la gorra y sobre todo un
funcionario incorruptible. No era muy
dado a poner multas. Mas que un policía
era un maestro, cuando alguien cometía una infracción menor le llamaba la
atención cordialmente, le daba consejos ciudadanos para no volver a cometer las
mismas faltas.
Apascacio Mata nació el año de 1.940, en el
caserío La Maroma, zona cacaotera del pueblo de Panaquire en Barlovento del
Estado Miranda. Laboró por 32 años. En
1.996 fue jubilado. Murió a a los
75 años, se encontraba postrado en una cama sin piernas, ambas habían sido
amputadas debido a una gangrena surgida después de un accidente de
tránsito. Falleció un Viernes 14 de Mayo
de 2.015 en su modesta casa de la
barriada el Observatorio del 23 de Enero, Caracas.
POST DATA.-
Conocí personalmente a Apascacio Mata. Estábamos
el Prof. José Wahab Ojeda y yo, haciendo un curso en el Instituto Universitario
de Mejoramiento Profesional del Magisterio (IUMPM), Caracas, y nos hospedábamos
en casa de su hermana, la Nena Wahab.
Una vez nos dío la cola para el ir al curso. Cuando llegamos a la Av. Universidad, (6-7
am.), había poco tráfico y nuestra amiga se “comió la luz roja”. Inmediatamente escuchamos el pitazo del
fiscal de tránsito. Nuestra choferesa se
puso muy nerviosa y se paró en la orilla.
Cuando llegó al carro el policía, la muchacha, haciendo gala de mucha
serenidad, bajó lentamente el vidrio y con voz humilde y melodiosa le
dijo: Muy buenos días señor agente, tome
mis documentos, aplíqueme la sanción que Ud. crea que merezco, acabo de violar
la ley . El funcionario, que ya tenía en sus manos los papeles, se quitó los
lentes, respiró profundo y le contestó:
Señorita, yo me llamo Apascacio Mata y en mis 30 años de servicio,
primer conductor que me da la razón. Así
que tome sus documentos, váyase, aquí no ha pasado nada. Que tengan todos un buen día.
Fuente: https://caracascuentame.wordpress.com/