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martes, 5 de septiembre de 2017

HISTORIA VIVIDA. Parte 1

A continuación una Historia en partes,una historia de una familia y un país `ASÍ que quedan invitadas e invitados a leer: Historia vivida

                     
Están en el aeropuerto español, despidiéndose de sus antiguos compañeras y compañeros de estudios, con los cuales compartió sueños y desilusiones, esperanzas y desesperanzas, lágrimas y alegrías. Años lejos de su país,su familia y todos, recuerdos que subyacen aún en su mente como los hubiese vivido ayer. Luego de despedirse de cada amiga y amigo,  las acostumbradas promesas te escribiré aún por email,  estaremos comunicados por whatsAap y los tiernos abrazos, Minerva toma el avión para dirigirse a su patria. 
Patria amada y no tan lejana. Se dice a si misma:  veré las noticias que aseguran que en mi país existe una DICTADURA, y si es verdad, lucharé por extinguir esa  tal dictadura,  tantos muertos que costó la Dictadura de Marcos Pérez Jimenéz, para tener que vivir otra, es que no aprendemos como país, que nos está pasando, todas estás noticias que llegaban a diario.



   

martes, 7 de febrero de 2017

María Magdalena era discípula de Jesús



El discipulado constituyó una institución educativa practicado tanto por los griegos como por los romanos y los judíos. En tiempos de Jesús el discipulado continuo siendo una actividad propia de los varones al cual estaban excluidas las mujeres, los esclavos y los sectores empobrecidos por el sistema de explotación al esclavo existente en el imperio romano.
Por lo tanto no es posible ni común que las mujeres fueran discípulas, estaban exceptuadas tanto por las tradiciones romanas como por la judías. A pesar de todas estas tradiciones y su rigurosa reglamentación de la vida y más aún de la vida de las mujeres, Jesús, hizo partícipes de sus proyecto educativo de inclusión a las mujeres haciéndolas discípulas. Durante los tres años que duró su actividad ministerial y aún después de su desaparición física, las mujeres lideresas en las comunidades de Jesús, permanecieron resistiendo a los valores patriarcales de dominación que pretendendía anularles su participación en estos espacios de liberación y devolverlas a encerrar en las labores del hogar. Sin embargo, las tensiones lograron derrotar la horizontalidad practicada en estas comunidades y se impuso un modelo de iglesia jerarquizada al servicio del imperio. Este proceso de participación femenil se encuentra reseñado fundamentalmente en los evangelios y en las epístolas que forman parte del Nuevo Testamento.
El evangelio de Lucas, por ejemplo,  es uno de los libros que más se refiere a esta actividad femenil inusual y que marca una ruptura dentro de la cultura grecorromana y judía. Es que Jesús, el Gran Maestro, representa una ruptura radical en la historia de la humanidad. Lamentablemente las tradiciones religiosas venidas tiempos después de las comunidades de Jesús, tornaron la práctica de servicio, de comunidad, de solidaridad y de amor, en una religión de extraterrestres que poco tiene que ver con el evangelio de Jesús, quien entre otras sencillas y extraordinarias cosas, dignificó a las mujeres.
El libro de los Gálatas y especialmente el capítulo 3 verso 28, nos describe las particularidades de estas comunidades que hicieron un ejercicio de equidad, pues en ellas “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer;” era una sociedad de iguales, en medio de un sociedad esclavista, donde la mujer debía estar en su casa sometida al varón.
No obstante las mujeres que acompañaron a Jesús, se arriesgaron a seguirlo sin importarle lo que decía su entorno. Seguir a Jesús implicaba constituirse en su  discípulo, en el caso de los hombres o en su discípula,si era mujer  y aceptaban sus lecciones y el compromiso de permanecer en ellas por  amor y agradecimiento de haber sido sanadas, liberadas y por  la posibilidad de ser persona:
“Jesús fue por muchos pueblos y ciudades anunciando las buenas noticias del reino de Dios. Con Jesús andaban también sus doce discípulos y muchas mujeres. Estas mujeres ayudaban con dinero a Jesús y a sus discípulos. A algunas de ellas, Jesús las había sanado de diferentes enfermedades y de los espíritus malos. Entre esas mujeres estaba María, a la que llamaban Magdalena, que antes había tenido siete demonios. También estaban Juana y Susana. Juana era la esposa de Cuza, el administrador del rey Herodes Antipas.” (Lucas 8,1-3)
De este texto podemos sacar varios aspectos resaltantes relacionados con mujeres:
-   Mujeres que andaban junto a hombres y seguían a Jesús. Algo que posiblemente causó escándalos en la sociedad de entonces.
-   Estas mujeres, al igual que los hombres eran seguidoras y seguidores de Jesús. Eran Discípulas y discípulos de Jesús. Posiblemente por temor a enfrentamientos, los traductores de estos textos bíblicos no se atreven a llamar discípulas a estas valientes mujeres que hoy en día dignificamos como lo hizo Jesús hace más de dos mil años.
-   Muchas de estas discípulas y estos discípulos constituían una gran familia que se trataban en iguales condiciones y se llamaban entre ellos hermanas y hermanos.
- Mujeres que habían sido sanadas y liberadas. Vivían es espacios liberados de igualdad y fraternidad.
-Entre ellas estaba María Magdalena, quien ha sido satanizada por una cultura machista y misógina y la ha invisibilizado, empañando su papel protagónico como lideresa  de una comunidad y que encabeza algunos relatos de los textos bíblicos.
  -Que era una gran familia, sustentada económicamente por mujeres que disponían de recursos económicos para mantener a los discípulos y discípulas y al mismo Jesús. Hoy en día es mal vista esta situación, cómo sería entonces. Insistimos que son mujeres valientes que por amor enfrentaron a esa sociedad.
-   Que eran mujeres de diferentes sectores sociales. Sectores humildes, cosa muy común en las seguidoras y los seguidores de Jesús, así como también de mujeres pudientes como Susana y Juana, ésta última esposa del administrador de Herodes Antipas, el que dio la orden para que fuera decapitado Juan el Bautista. Asombrosa coincidencia.
Si, Jesús dignificó a las mujeres de su tiempo, les dio la posibilidad de ser, de construirse como persona, de realizar una actividad alejada del hogar, las hizo discípulas, anunciadoras de las Buenas Nuevas del Reino de Dios, entre las cuales destanca María Magdalena.
Cuántas Marías Magdalenas tenemos hoy en nuestro tiempo que por las mismas actitudes producto de una sociedad machista y patriarcalista, empañan las labores de muchas mujeres señalándolas como prostitutas o poniéndolas en el olvido.
Hoy en nuestro país vivimos parecidas situaciones. El protagonismo de las mujeres se acentúa cada vez en Venezuela. Sirva de ejemplo las valientes damas que dirigen el Consejo Nacional Electoral, así como las Magistradas que están al frente de nuestro Tribunal Supremo de Justicia, que han sido vituperadas por personeros de la derecha venezolana con epítetos que dejan mucho que desear de estos varones cargados por instintos misóginos, que les disgusta que mujeres ocupen cargos que anteriormente solo estaban destinados para los hombres.
A pesar de estas lamentables, tristes y vergonzosas situaciones,  las mujeres en Venezuela seguimos adelante, sirviendo a la humanidad, a la Patria y construyendo un país más justo, más libre, más soberano.
 
Carol Lenderbor Vidal
Adulta Mayor
Integrante de nuestra
Aldea de Encuentro y de la
Comunidad Cristiana
      Jesús el Buen Pastor,
San Antonio  Altos

  MENSAJE  DEL  PAPA FRANCISCO EN DICIEMBRE DE 2023  “el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la lógica perdedora de la guerra, con...