martes, 19 de abril de 2016

La Gerusía Espartana




Se tiene noticia de que existieron y existen culturas en donde los ancianos son parte activa de la sociedad y su cooperación juega un papel importante en la construcción y toma decisiones en las distintas áreas que forman parte del entramado social.  Uno de estos casos al cual nos queremos referir en esta oportunidad,  lo constituye la antigua Esparta con su creación de la Gerusía.

La Gerusía forma parte de la obra del legislador espartano Licurgo, que vivió aproximadamente en el siglo VIII A.C. Dicen los estudiosos del tema, que este legislador  supo relacionar, la realidad que se vivía para entonces en Esparta, con un conjunto de tradiciones ancestrales y la participación de la ekklesia o Asamblea del Pueblo, lo que dio origen a un documento denominado Retra considerado como la Constitución de Esparta. Es por ello, que la Retra es un producto social en donde el legislador tuvo una participación especial.

En esta Constitución o Retra, aparecen tres instituciones relacionadas entre sí: los reyes, la gerusía y el pueblo.

¿Qué era entonces la Gerusía? Era una especie de Tribunal Supremo constituida por veintiocho gerontes y dos Reyes, es decir tenía un total de treinta personas. Los gerontes tenían que reunir ciertas condiciones como la de ser mayor de 60 años, tener una trayectoria militar, pertenecer a las grandes familias y poseer una gran sensatez.

Los gerontes tenían un carácter vitalicio; esto significaba que a la muerte de uno de los miembros de la Gerusía, su lugar se llenaba por elección entre varios candidatos. En esta elección participan además ciertas costumbres que tenían sus raíces en instituciones tribales.  Los gerontes claramente parecen haber sido escogidos según el principio tribal.

Además de sus funciones de Tribunal Superior, también realizaban funciones administrativas de supervisión y en la redacción de los proyectos de ley.

La Gerusía con su veintiocho gerontes mayores de sesenta años, da muestras históricas de la participación de los adultos mayores en labores públicas. Lamentablemente no se tiene conocimiento de mujeres en estas tareas que al parecer eran exclusivas para el sexo masculino y de los sectores más pudientes de aquella sociedad. Se trataba de una sociedad desigual, estratificada y con muchas exclusiones.

Dentro de las lecciones que podemos extraer de la sociedad espartana y la gerusía para  nosotras y nosotros hoy en día, está, entre otras, la valoración de la vida del anciano y su trayectoria. Igualmente la decisión de los magistrados de poner práctica las leyes y ser ejemplo para su sociedad.

Carol Lenderbor
Adulta Mayor de nuestra Aldea y de la
Comunidad Cristiana "Jesús el Buen Pastor"
San Antonio de los Altos

lunes, 4 de abril de 2016

Diez Mandamientos para una Adultez Feliz





1.- Cuidarás tu presentación todos los días. Viste bien, arréglate como si fueras a una fiesta. Qué más fiesta que la vida.

2.- No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación. Nada de jugar a la enclaustrada o al enclaustrado o a la presa y al preso voluntario. Saldrás a la calle y al campo de paseo. El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.

3.- Amarás al ejercicio físico como a ti misma y mismo. Un rato de gimnasio, una caminata razonable dentro o fuera de casa. Contra inercia, diligencia.

4.- Evitarás actividades y gestos de vieja derrumbada o viejo derrumbado. La cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies arrastrándose. No. Que la gente diga un piropo cuando pasas.

5.- No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques. Acabarás por creerte más viejo y más enfermo de lo que en realidad estás. Y te harán el vacío. Nadie quiere estar oyendo historias de hospital. Deja de autollamarte viejo y considerarte enfermo.

6.- Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo buena cara. Sé positivo en los juicios, de buen humor en las palabras, alegre de rostro, amable en los ademanes. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez no es una cuestión de años, sino de estado de ánimo.

7.- Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás. No eres un parásito ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida. Bástate hasta donde sea posible y ayuda. Ayuda con una sonrisa, con un consejo, un servicio.

8.- Tratarás con tus manos y tu mente. El trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud laboral, intelectual, artística, es medicina para todos los males, la bendición del trabajo.

9.- Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas. Desde luego que las que anudan dentro del hogar, integrándose a todos los miembros de la familia. Ahí tienes la oportunidad de convivir con todas las edades, niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida. Luego ensancharás el corazón a los amigos, con tal que los amigos no sean exclusivamente viejos como tú. Huye del bazar de antigüedades.

10.- No pensarás que todo tiempo pasado fue mejor. Deja de estar condenando a tu mundo y maldiciendo tu momento. Alégrate de que entre las espinas florecen las rosas.

  MENSAJE  DEL  PAPA FRANCISCO EN DICIEMBRE DE 2023  “el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la lógica perdedora de la guerra, con...