La tabla periódica es una matriz, publicada
en 1869 en Alemania por el ruso Mendeléyev, en la que se ordenan los elementos
químicos. El filólogo alemán Theodor Benfey (1809-1881) decía que los elementos
de la tabla “son el corazón de la química, comparables a la teoría de la
evolución en biología (que sucedió al concepto de la Gran Cadena del Ser), y a
las leyes de la termodinámica en la física clásica”. Simón Rodríguez no la
conoció, pero sí estudió la obra de Antoine Lavoisier (1743-1794): “…Permanecí
en Europa por más veinte años; trabajé en un laboratorio de química industrial,
en donde aprendí algunas cosas”. El estudio de la tabla periódica de los
elementos es vital para entender la geopolítica, ya que los imperios se hacen poderosos
en la medida en que saquean las riquezas naturales de los territorios que
invaden. Estados Unidos necesita colocar títeres en las neocolonias de su
“patio trasero” para facilitar el latrocinio. Gobiernos con fantoches como los
venezolanos Juan Vicente Gómez, Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Pérez, el
boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, la nicaragüense Violeta Chamorro, los
neogranadinos Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, los mexicanos
Vicente Fox y Enrique Peña Nieto, el panameño Ricardo Martinelli, el guyanés
David Granger, el chileno Sebastián Piñera, el argentino Mauricio Macri, el
brasileño Michel Temer y el peruano Pedro Pablo Kuczynski, entre muchísimos
otros, ponen en bandeja de plata los caudales de los subsuelos de los territorios
de sus pueblos.
En 1836 Estados
Unidos continuó sus ansias expansionistas en territorio mexicano. El primer
paso fue crear una campaña mediática en Texas propiciando un falso
regionalismo. Luego colonizaron algunos lugares despoblados con la raza blanca
(para evitar esto uno de los puntos del proyecto de Simón Rodríguez es “colonizar
el país con sus propios habitantes”). El ejército estadounidense invadió por la
zona comprendida entre rio Nueces y el río Bravo y por los estados mexicanos de
Alta California y Nuevo México. Como resultado Estados Unidos crea la República
de Texas que existió entre el 2 de marzo de 1836 y el 29 de diciembre de 1845,
cuando se produjo la anexión oficial de Texas a los Estados Unidos de América.
En 1848 Estados Unidos no sólo le arrebata a México Alta California y Nuevo
México e impone los estados de Nuevo México, Arizona, Nevada, Colorado y Utah,
sino que demanda al gobierno mexicano una indemnización por los daños causados
en Texas durante “su guerra de independencia”. Estados Unidos le arrebata a
México el 55% de su territorio preñado de oro, plata, cobre, petróleo y plomo.
El 26 de noviembre de 1847 Simón Rodríguez escribe: “los angloamericanos se
tragaron a México como un pastelito”.
¿Por qué Vietnam? Porque en la patria de Ho
Chi Minh hay hierro, zinc, cromo y estaño. ¿Por qué Afganistán? Porque allí hay
grandes yacimientos de litio. ¿Por qué Ucrania? Porque tiene gas, es el quinto
país productor de titanio en el mundo y el décimo en poseer acero. ¿Por qué
Yemen? Porque Yemen, Djibuti y Eritrea comparten el estrecho de Bab el-Mandeb,
uno de los puntos más importantes del mundo en lo que se refiere al petróleo
por los millones de barriles con que Arabia Saudita inunda el mercado europeo y
asiático. ¿Por qué Siria? Porque posee reservas de gas natural, sal gema y
fosfatos, y sus oleoductos la sitúan en una posición estratégica entre el Medio
Oriente y Europa.
¿Por qué Latinoamérica y el Caribe? Porque
en esta vasta región circula 25% de todos los recursos naturales y energéticos
que necesita Estados Unidos: 27% del carbón, 24% del petróleo, 8% del gas, 5%
del uranio y casi un tercio de las reservas mundiales de cobre, bauxita y
plata. Bolivia tiene 65% de las reservas mundiales de litio y Chile 25%. Los
principales productos mineros del Perú son la plata, el cobre, el zinc, el
estaño, el bismuto y el teluro. La patria de Neruda es el mayor productor de
cobre del orbe. Paraguay es considerado uno de los primeros países con
industria minera de Sudamérica, porque en el siglo XIX ya producía hierro,
magnesio, arcillas caolínicas, calizas dolmitizadas, rocas ornamentales,
piedras semipreciosas y materias primas para fertilizantes inorgánicos. Las
cuencas acuíferas de Nuestra América contienen 35% de la potencia
hidroenergética mundial.
¿Por qué Venezuela? Porque la Faja
Petrolífera del Orinoco almacena la mayor cantidad de petróleo del mundo,
porque en su subsuelo hay gas, porque en el arco minero hay oro, aluminio,
cobre, níquel, hierro, plata, plomo, zinc, mercurio, calcio, magnesio y
manganeso. Además, Venezuela es el quinto productor del mundo de torio (Th),
elemento químico radiactivo definido como un 'combustible nuclear limpio'
llamado así en honor de Thor, el dios nórdico del relámpago y la tormenta. ¿Por
qué Estados Unidos anda detrás del torio venezolano? Porque sirve como
combustible nuclear, de catalizador en química orgánica y de agente de aleación
en estructuras metálicas, con él se fabrican electrodos especiales para
soldadura, filamentos de lámparas eléctricas y lentes de alta calidad para
instrumentos de precisión ya que el óxido de torio añadido al vidrio mejora sus
propiedades difractivas. El criptoactivo Petro está respaldado por los
elementos de la tabla periódica que están en el campo número uno del Bloque
Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez.
Los libros, dice Simón Rodríguez, “no son para ostentar
ciencia con los sabios, sino para instruir a la parte del pueblo que quiere
aprender, y no tiene quien la enseñe”. Esto aplica al conocimiento que debemos
tener de la tabla periódica de los elementos. “Conocer la naturaleza en cuanto
nos es permitido es un deber porque estamos rodeados de cosas, y sorprendidos
por accidentes, que llamamos circunstancias, y viendo fenómenos que podemos, y
que, en muchos casos, nos conviene saber explicar. Dependemos de las
circunstancias, luego, es menester acostumbrarnos a obedecerles. Si en el
colegio se enseñaran ciencias exactas y de observación, los jóvenes aprenderían
a apreciar lo que pisan, y se abrirían muchas carreras. Con Latín, Leyes y
Teología, no ganarán de que subsistir, o subsistirán entre privaciones y
escaseces. Con Conocimientos en Historia Natural, apoyados en los de Física y
Química, serían agricultores instruidos — arrendarían las haciendas del
colegio, y otras — tendría el colegio sus rentas seguras y ellos preferirían la
vida del campo a la de los poblados, porque se distraerían con utilidad.
Conociendo los minerales, podrían emprender
cateos de metales más útiles que el
oro y que la plata, como hierro, plomo, estaño, cobre, zinc, platina, manganesa
y otros. La plata y el oro halagan la avaricia, y al cabo empobrecen al minero:
porque, las vetas se pierden o se agotan, y él sigue buscándolas, como perro
hambriento, que, después de haberse tragado el bocado, se queda olfateando el
lugar donde lo halló”. Esto aplica a las potencias imperiales: “España y
Portugal se atrasaron por estar esperando riquezas: la una de México y el otro
del Brasil”. Como estos perros hambrientos quedarán los Estados Unidos y las
transnacionales si siguen enfermas de esa “sed insaciable de riqueza”.
Autor: Alí
Ramón Rojas Olaya, en:
Para leer en la
cola.
N°
27. Volumen 1.
Año
3. Marzo 2018