miércoles, 26 de mayo de 2021

La Mejor Comida de mi Vida

 


Siempre me preguntan cuál ha sido la mejor comida de mi vida, bueno, hoy les voy a responder y les voy a echar un cuento.

Tendría yo unos catorce años y vivíamos en Villa de Cura, estado Aragua. Fue un final de infancia y un comienzo de adolescencia muy particular. Habíamos ido a parar allá por razones económicas y vivíamos en la calle Páez N° 13, en una casa grandísima que Vinicio Jaén, amigo de mi padre, le prestó.

Para un niño que se hacía adolescente, la idea de irnos de Caracas a un pueblo en el interior del país no era muy buena opción que digamos, pero, ¡oh, sorpresa!, la estadía en Villa de Cura marcó, para bien, nuestra existencia. Allí, estudié parte de mi bachillerato en el Liceo Alberto Smith, en donde pasé años muy divertidos.

En la casa no teníamos ni televisor ni teléfono y creo que en esa época la palabra computadora todavía no existía. Pero, fíjense qué curioso, éramos inmensamente felices y nunca tuvimos tiempo de aburrirnos.

Mi papá trabajaba en Caracas y regresaba al pueblo los viernes. Él nos decía, con razón, que nosotros éramos millonarios, lo que no teníamos era dinero.

Mi madre (excelente cocinera, aún lo es a pesar de los cien años que lleva a cuesta) estaba siempre con un presupuesto al borde de la quiebra, pero jamás dejó de consentirnos con riquísimos y creativos platos cuyos ingredientes nadie sabía de dónde salían.

Con papá, íbamos a pasear en la camioneta de su amigo Vinicio a los ríos cercanos y gozábamos un puyero.

Lo cierto es que en casa nunca hubo bienes materiales tangibles, pero todos los días comíamos muy sabroso y nos divertíamos.

Nadie se quedó sin estudiar y, sobre todo, éramos felices.

Un día, un grupo de muchachos del liceo (éramos cinco amigos inseparables) decidimos ir de excursión a un río que queda cerca de San Juan de los Morros. Viajamos en un autobús que iba de Villa de Cura a San Juan de los Morros y el pasaje costaba un bolívar.

El sitio, bellísimo, era conocido con el nombre de Pozo Azul. Allí estuvimos como hasta las 3:00 de la tarde, por supuesto, con permiso de nuestros padres.

Cuando salimos a la carretera para esperar el transporte de regreso, nos quedamos maravillados.

Frente a nosotros estaban los imponentes Morros de San Juan. Engañosamente los veíamos cerquita y vainas de muchachos, decidimos ir hacia ellos a pesar de la hora.

Nos adentramos por el monte y caminamos, caminamos y caminamos, pero nada que llegábamos a los Morros.

Se hacía ya muy tarde, amenazaba con llover y nosotros, en ese monte alejados de todas partes, nos sentimos perdidos.

Con el último rayo de luz, comenzó un aguacero tipo tormenta. Empapados, nos guarecimos en la pata de un árbol.

No quedaba más remedio que quedarnos allí, asustados toda la noche, pasando frío y hambre.

Solo pensábamos en nuestros hogares y en nuestras familias que a esas alturas estarían preocupadísimas.

Pasamos una noche miserable que se hizo eterna.

Con los primeros rayos del sol decidimos partir para regresar hacia la carretera.

Teníamos mucha hambre.

Como a la hora de estar caminando, nos llegó el inequívoco olor de café recién colado.

A lo lejos, vimos un ranchito de bahareque, de allí venía aquel exquisito olor a café y a leña.

Sin pensarlo, nos dirigimos hasta allá y nos encontramos con una señora que vivía en aquel lugar.

Le contamos lo que nos pasó y la buena mujer, como si fuera la mamá de todos, nos preguntó:

—¿ Quieren desayunar ?

—¡ Siiiiii … ! – respondimos desesperados.

—Pero, muchachos, lo único que tengo es esto.

Y nos enseñó unas hallaquitas que guindaban con un pabilo del techo. Arrancó varias de ellas, ralló un poquito de queso blanco y nos dio una taza de guarapo calientico a cada uno.

No tengo manera de describir el momento tan agradable que pasamos y lo delicioso que resultó ser el sabor de esa comida que, acompañada por el amor de aquel ángel salvador disfrazado de amable señora, parecía ser un sueño.

He tenido la suerte de comer en los mejores restaurantes de Venezuela y de otras partes del mundo, pero en ninguno he encontrado el sabor que esa señora le puso a sus hallaquitas con queso blanco y al café de guarapo.

Definitivamente, la mejor comida de mi vida ... !!!

 

Claudio Nazoa

Escritor Venezolano

Fuente: @claudionazoa

 

¿Dónde esta el Paraíso?

 


martes, 11 de mayo de 2021

Es urgente conformar un movimiento de países sancionados por los EE.UU. y sus aliados

 


Cada día se hace más necesario conformar un comité, club, asociación o movimiento de países sancionados ilegítimamente por los Estados Unidos.

Basándonos en el derecho internacional, nada justifica seguir aceptando las medidas arbitrarias tomadas por el gobierno de los Estados Unidos en perjuicio de aquellos países que no acatan sus instrucciones.

El respeto a la soberanía de cada uno de los países que integra la comunidad internacional es un requisito elemental para garantizar la convivencia pacífica, y más aún en estos momentos, cuando la humanidad atraviesa el desafío más difícil que se le ha presentado en su devenir histórico.

Por eso urge poner freno a tamaña arbitrariedad y comenzar con una contraofensiva, consensuada entre los países perjudicados, que hagan sentir el rigor de su peso geopolítico al país agresor y quienes lo acompañan.

En gran medida, China ya lo viene haciendo a través de respuestas simétricas a las acciones tomadas desde Washington contra la economía china. Es de suponer que otras medidas similares –más boicot a los productos y empresas de los países agresores, así como la coordinación conjunta para aminorar los efectos perjudiciales de las sanciones– no sólo harían retroceder a los países imperialistas, sino que además fortalecería el bloque de países agredidos, lo que les permitiría imponer de una vez por todas una convivencia respetuosa, armónica y en paz.

Como antecedente de esta propuesta, el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) acordó en junio de 2019 instalar un grupo de trabajo para estudiar los efectos de las sanciones. Fue el gobierno de Venezuela, a través de su canciller Jorge Arreaza, quien impulsó esta iniciativa. "Nuestro movimiento va a instalar un grupo de trabajo que se va a dedicar a ver cómo los países se enfrentan y superan los efectos de estas sanciones", manifestó el ministro de relaciones exteriores.

Meses después, ya en este singular año de pandemia, el diputado iraní, Mohammad Reza Mirtajaldini, abogó por la creación de un club de países sancionados por Estados Unidos. El legislador persa expresó que el gobierno estadounidense impone sanciones a quienes defienden posiciones contrarias a sus dictados, por lo tanto, vale la pena formar un club –así lo llamó–, con el fin de mejorar las relaciones entre los países sancionados, como también consensuar estrategias para enfrentar las violatorias medidas que irrespetan el derecho internacional.

Ya se han escuchado muchas voces que repudian la despótica conducta estadounidense. Pero después del brote de la COVID-19, como es lógico, aumentaron los requerimientos de diferentes países y organizaciones multilaterales para que se ponga fin al unilateralismo y la política de sanciones.

En ese sentido, el pasado 6 de octubre, un importante grupo de países, encabezado por China, hizo un categórico llamado en la ONU para poner coto a las arbitrariedades de los Estados Unidos y sus aliados. El embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, en nombre de una veintena de países exigió a  Washington  “que dejen de imponer embargos unilaterales contra otros países, en particular, porque afectan la lucha mundial contra la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19”. Dicha declaración fue firmada por Irán, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte y Rusia, entre otros.

Sin embargo, todo indica que el gobierno estadounidense no cesará en su política de acoso y presión a todos aquellos que hoy, de una u otra forma, cuestionan su hegemonía. Muchos elementos indican que la decadencia estadounidense sería la principal causa de esa conducta cada vez más belicosa.

De ahí la necesidad urgente de irrumpir con una organización internacional de países sancionados que se decidan a mancomunar esfuerzos para confrontar abiertamente con Estados Unidos, con la posibilidad cierta de sumar a otros países que no han sido sancionados pero que ven esa práctica como una amenaza concreta a su poder de decisión soberana.

El momento es hoy. Sería muy peligroso seguir esperando. Sabemos que el barco imperialista hace aguas por todos lados. No es posible ni conveniente esperar que una implosión termine de una vez por todas con la prepotencia estadounidense. Seguramente en muchos aspectos los Estados Unidos sigue siendo la primera potencia mundial, aunque hay que ver qué pasaría si se diera el caso de tener que confrontar contra un bloque de países, que unidos lo superan holgadamente.

¿Sería un gran riesgo para los países sancionados hacer un bloque para para oponerse a los norteamericanos? Sin duda lo es, pero hay que tener en cuenta que el planeta y la humanidad están en riesgo todos los días, mientras la élite estadounidense siga ejerciendo irresponsablemente el poder que aún detenta.

Fernando Bossi Rojas 

Portal Alba, Alianza Bolivariana para

Los Pueblos de Nuestra América

http://www.portalalba.org/

 

jueves, 6 de mayo de 2021

Asistir al Banquete

Muchos estudiosos del Evangelio de Mateo coinciden en afirmar que éste se escribió después del año 70, posteriormente de la destrucción del segundo templo y de la guerra judeo-romana. Entonces se trata de un evangelio escrito en medio de un contexto de guerras y  violencias, donde le han asesinado a su líder y que también, como producto de esta violencia permanente que caracteriza a nuestras sociedades, tuvo que huir debido a las persecuciones que  vivían recibían en Jerusalén, Palestina.

En los capítulos del  7 al 11 del libro de los Hechos, se narra parte de esta persecución iniciada con la lapidación de Esteban y su consecuente huida a otras regiones como Fenicia, Chipre y Antioquía. En esta última perteneciente a Siria, se radicó la Comunidad del Evangelio de Mateo. Es decir, que parte de la expansión del evangelio por las regiones de la cuenca del Mediterráneo, se debieron al conjunto de persecuciones y violencias recibidas por grupos que vieron en  la predicación del evangelio, una amenaza “inusual y extraordinaria” a la sociedad de entonces.

Y este contexto es internalizado por quienes escriben, por quienes intentan dar respuestas a las diferentes situaciones por las que están atravesando. En Mateo 22, 1-14 se nos narra los acontecimientos ocurridos durante la convocatoria y el inicio del Banquete de la boda del hijo del rey. Jesús utiliza a la estructura monárquica para comparar al cielo, porque esa era la estructura de poder que se conocía entonces. Posiblemente, si Jesús viviera en nuestros días nos hablaría de las repúblicas democráticas como parábola para la nueva democracia participativa y protagónica con la que se construiría el Reino.

Voluntariamente no asisten al banquete los propietarios de tierras, los que han saqueado al pueblo, sus opresores, quienes le roban sus pertenencias, se apoderan de su trabajo, los propietarios de esclavos, los latifundistas, entre tantos, se niegan a asistir a esa celebración porque desconocen al mandatario, y matan al emisario porque se creen superiores y dueños de la vida. Son supremacista.

Asistir al banquete entonces, en medio de una situación de conflictos y guerras de todo tipo, en medio del desprestigio que los poderosos hacen a quienes construyen un mundo distinto, inclusivo, implica tomar una postura ante la vida, ante los vecinos, las vecinas, implica un compromiso. En el banquete se pone a prueba las vestidura, el conjunto de creencias ideológicas que sustenta la existencia. La infiltrada, el infiltrado se delata porque no puede dar respuestas adecuadas que permitan su permanencia en la celebración. Celebrar significa también ruido, música, ponerse en evidencia. No puede celebrar  junto aquellas y aquellas que son consideradas no-personas o chusmas.  Asistir al banquete de la boda del hijo, o hija del no-rey o no-presidente, es un acto de celebración, de alegrías, pero también de riesgos, de compromisos con las excluidas y excluidos por las corporaciones, por los imperialistas y sus seguidores. Es ponerse en evidencia de que estamos dispuestas y dispuestos a denunciar las injusticias, los engaños y que nuestra opción sigue siendo por los pobres y excluidos de la tierra.

 

Carol Lenderbor

Adulta Mayor

Integrante de la Comunidad

 Jesús el Buen Pastor

 

miércoles, 5 de mayo de 2021

El Buen Pastor

 

En esta cuarta semana de Pascua del mes de abril del año 2021, celebramos, como parte del festejo de la vida y la resurrección, el día del Buen Pastor, que en la lectura correspondiente para este día 25, corresponde el evangelio según San Juan capítulo 10 versos del 11 al 18. En éstos, la comunidad del evangelio según San Juan, también conocida como la Comunidad del Discípulo Amado, nos presenta dos modelos de pastor,  líder o lideresa. Uno que la comunidad de Juan denomina “el buen pastor” y el otro “el asalariado”. Son dos modelos de pastor contrastantes que van a corresponder con dos proyectos de sociedad. El buen pastor construye un proyecto alternativo, se enfrenta a la sociedad opresora en la que vive y tiene un perfil que es comparado al liderazgo de Jesús.  Tiene una relación amorosa y horizontal con su comunidad, se da por amor, porque tienen un proyecto común y entre ambos, pastor y comunidad, hay tal compenetración que saben quién es quién, se reconocen y están conscientes de la vida y de los riesgos que les toca vivir. Hay solidaridad.

El pastor asalariado es amante del dinero, su proyecto es el consumo y poco le importa la comunidad pues la utiliza para su propio beneficio. No está dispuesto a arriesgarse por ella ni por ningún proyecto ajeno al propio. En casos de peligro, abandona la comunidad, la deja huérfana, sin respuestas y sin conducción.

En nuestra Comunidad de San Antonio de los Altos, también conocida como Comunidad Cristiana Jesús el Buen Pastor, hoy hacemos gala y nos alegramos en Dios por tener con nosotras y nosotras a un buen pastor que nos conduce con sus instrucciones y su ejemplo a la construcción de una nueva sociedad con justicia y paz. Nuestro pastor Argenis León cumple con las características anunciadas en el evangelio de Juan. Nos ha acompañado a lo largo de varios años en las distintas circunstancias por la que ha atravesado nuestro país. Nos conoce a todas y a todos y comparte con nosotras y nosotros las alegrías, las tristezas y los riesgos de lo que es vivir en medio de lobos. En medio de esta pandemia, su preocupación por nuestra salud se ha hecho manifiesta. Nos hemos aconsejado qué hacer para fortalecer nuestro sistema y cómo permanecer vivas y vivos. Él es un líder íntegro, no solo es nuestro maestro que semanalmente nos introduce a las lecturas de los diferentes textos bíblicos, sino también participa en la vida de su comunidad dando su aporte de vida en la construcción de una sociedad alternativa al capitalismo. Como miliciano, es el capellán y consideramos que es una decisión heroica y riesgosa dado el clima de intolerancia que se ha vivido en este Municipio. Ha sido instructor todos los martes, antes de la pandemia, en la Casa de las Abuelas y los Abuelos, igualmente los jueves en la UBCH, es profesor jubilado de la UCAB, las vecinas y los vecinos en su comunidad están conscientes de que le deben tanto a él como a su esposa Marina, la construcción del Módulo de Barrio Adentro, y se puede decir que esta pareja pastoral ha sido precursora de esta misión de salud. En definitiva Argenis León y su esposa son ejemplo del nuevo hombre y de la nueva mujer para la construcción de la sociedad que anhelamos. Hoy en nuestra comunidad cristiana damos gracias al Dios de la Vida y de la Historia por tener un Argenis León como buen pastor, como líder de nuestra comunidad.

Carol Lenderbor Vidal

Adulta Mayor

Integrante de la Comunidad

 Jesús el Buen Pastor

  MENSAJE  DEL  PAPA FRANCISCO EN DICIEMBRE DE 2023  “el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la lógica perdedora de la guerra, con...