domingo, 4 de noviembre de 2018

De la Resistencia Indígena a la Lucha Armada en Venezuela (2) (Autor: Miguel Espinoza)




III-. La resistencia Indígena/ una visión crítica

Dentro de este contexto, existen a su vez investigadores y pensadores con una posición crítica de la historia contrapuesta a los intereses de las élites en el poder. En tal sentido, hay estudios que demuestran que no hubo docilidad por parte de nuestros ancestros. La lucha de los indígenas cubrió todas las formas de resistencia. Se desarrolló en forma pacífica y en forma de guerra. En tiempos de paz, se expresó mediante conductas pasivas, que en muchos casos formaban parte de la táctica de combate; y en condiciones de guerra, la resistencia adquirió ribetes de máxima expresión a través de planes de combate. Entre uno y otro plano mediaron diferentes formas de lucha que hablan de la multiplicidad de las formas de resistencia nativa.

Luis Beltrán Acosta en su obra La Verdadera Resistencia Indígena contra la Corona afirma que "los pueblos indígenas…desarrollaron el espionaje y contraespionaje como tácticas ofensivas y defensivas, en su lucha contra los españoles. Formaron verdaderas redes o correajes informativos para el trabajo de inteligencia y contrainteligencia, que les permitía tener conocimiento sobre los pasos que iban dando los españoles. (Beltrán Luis; 2009, p.179.

Para este mismo autor los indígenas eran diestros en todas las áreas de la guerra. Abrían sus operaciones con el objeto de impactar y desmoralizar a los europeos. Eran comandos ofensivos de acción rápida, y siempre operaban de forma sorpresiva, para distraer ó preparar trampas, emboscadas o el cerco contra las fuerzas invasoras…Su entrenamiento implicaba, la utilización de las más rigurosas pruebas físicas frente al dolor y abnegación a la causa colectiva de nuestros pueblos ancestrales. (Beltrán, Luis; 2009, p.189)

Continúa afirmando el investigador Beltrán Acosta que "La historia de las enseñanzas de la lucha militar indígena, señala que la guerra de guerrillas fue la forma de lucha militar más utilizada por los llamados indios de guerra. (Ibiden, p.193)

Otros investigadores de la corriente histórica crítica como Guillermo J. Colmenares Rueda, en su obra Las Sociedades Tribales Caribes de Caracas: su cultura ancestral asienta que "las sociedades tribales ancestrales de la región, eran agrupaciones guerreras…que en aspectos de combate, se impartía a los miembros de la comunidad desde la niñez; y la fortaleza y resistencia que estos pueblos presentaron, ante la invasión española del siglo XVI." (Colmenares, G; 2008, P. 280)

Los antropólogos Mario Sanoja e Iraida Vargas destacan que "el armamento de los guerreros caribes consistía principalmente de arcos, flechas, guaykas o lanzas macanas y hachas de piedra pulida. La imagen transmitida por la historia tradicional ha mostrado a dichas armas como instrumentos atrasados e ineficientes, pero en realidad eran tácticamente superiores a los de los europeos. Los indígenas utilizaban potentes arcos manufacturados con maderas duras y flexibles como la macanilla, cuya longitud era de aproximadamente dos metros. Las puntas de flechas empleadas en la guerra eran generalmente también de madera de macanilla o de hueso, incluyendo algunas armadas con agijones de raya, las que producían heridas muy dolorosas. (Sanoja, Mario; 2008; p.28, 29)

El espíritu indoblegable de los indígenas se puede evidenciar en la afirmación realizada por el historiador Federico Brito Figueroa, en su libro Historia Económica y Social de Venezuela Tomo IV P.1063, cuando afirma lo siguiente" La violencia es una realidad concreta no sólo al observar la captura legal e ilegal de los indios, en las expediciones, depredatorias contra sus aldeas y en el propio sistema de explotación esclavista, sino también al constatar las acciones de protesta de los explotados contra los explotadores, manifestadas a través de la oposición armada, la destrucción de las edificaciones construidas por los conquistadores, asaltos a los conventos e iglesias, organización de rebeliones indígenas…"

IV-. La Lucha Armada en Venezuela

La lucha armada librada en Venezuela durante los años 60 del siglo XX, fue entre otras cosas una expresión de rebeldía, de lucha, de confrontación de una generación que se enfrentó a un modelo societal instaurado en Venezuela por Rómulo Betancourt cuyas directrices políticas sociales, económicas y culturales estuvieron alineadas a las políticas emanadas desde el Departamento de Estado Norteamericano.

Así como en el siglo XVI, nuestros guerreros indígenas se sublevaron contra el imperio español, ya que éste trastocó, alteró y modificó su religión, sus relaciones de producción, su cultura, en fin su cosmovisión; durante los años, (1960-1969), se libró una lucha cruenta en estas tierras, la mismas de Cayaurima y Guaicaipuro, esta vez no contra el otrora imperio, España, sino contra Estados Unidos.

Nuestros jóvenes apelaron a la guerrilla, se fueron a las montañas para resistir la represión feroz del gobierno de Betancourt y sus sucesores en Miraflores. Muchos de ellos se inmolaron contra las acciones entreguistas de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Rafael Caldera, a las empresas transnacionales. Expoliación en el siglo XVI, expoliación en el siglo XX. Ambos imperios no sólo saquearon nuestras riquezas, sino que usufructuaron la fuerza de trabajo de millones de hombres y mujeres condenados a vivir en la miseria, condenados a vivir bajo el signo de la explotación, de la dominación.

La Guerra de Guerrillas, el espionaje, el contraespionaje, el correaje, entre otras, fueron tácticas utilizadas por nuestros aborígenes para sorprender a los invasores. Siglos más tardes, nuestros guerrilleros acudieron a mecanismos similares para sorprender al enemigo. Ambos acontecimientos demostraron que la lucha contra cualquier invasor siempre va a ser justa, necesaria y libertaria, que los pueblos pueden hacerla y que además hay hombres y mujeres con dignidad, valor y entereza. Que no hay pueblo vencido y que siempre va a estar presente el espíritu indoblegable y rebelde capaz de enfrentarse a cualquier imperio. Tanto ayer como hoy, eso quedó demostrado. Barack Hussein Obama, ignora que casi un siglo costó a los españoles imponer su dominio sobre estas tierras, somos herencia Caribe y jamás nos doblegamos contra imperio alguno.

Miguel Espinoza
Frente Antiimperialista Juan Chacón Lanza
miguelespinoza1783@gmail.com

Fuente:
www.aporrea.org
22/05/15 





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