El 6 de agosto es un día muy triste para
la humanidad, pues hace 75 años, el imperio yanqui cometió un genocidio contra
la población del Japón lanzando unas de las bombas atómicas sobre Hiroshima.
Qué irónicos, ponerle el nombre “little boy” a esa bomba; su traducción al español
significa “niño pequeño o diminuto”.
En mi análisis como historiador creo que
es conveniente puntualizar, para resaltar el poco valor que le da el imperio a
la vida de los pueblos a quien ellos someten.
Ese lunes 6 de agosto de 1945, los aviones sobrevolaban el cielo nipón y los
niños que quizás se dirigían a sus escuelas los observaban y tal vez no le
prestaron importancia. Posiblemente pensaban que no eran peligroso o de guerra. Pero
el desaliñado presidente del imperio yanqui había dado la orden del lanzamiento
de la bomba atómica y que se conoce en la historia del crimen, como Harry S. Truman, activista del partido demócrata
de los Estados Unidos. .
Refiere quienes han historiado este
hecho, que la explosión tardó unos pocos segundos, pero sus consecuencias
fueron devastadoras. Su acción destructiva se realizó por etapas. La acción
inmediata, se calcula que murieron alrededor de 70 mil personas, hombres,
mujeres, niñas, niños, ancianas y ancianos que no pudieron ir a los refugios.
Esta bomba tuvo otra faceta donde se
manifestó con más muertes en la población. Se dice que en los primeros treinta
día, se añadieron más de 70 mil muertos a la lista anterior, y aún hoy las
secuelas dejadas por la radioactividad, se sigue manifestando en enfermedades y
malformaciones en los habitantes de esta parte oeste del Japón.
El nieto de este presidente genocida, Clifton
Truman Daniel, visitó Hiroshima y estuvo presente en los actos del aniversario
expresando la pena que su abuelo había causado al pueblo japonés y para colmo del vil genocidio en lo cual los yanquis son expertos, el día 9 de agosto lanzaron otra bomba sobre
Nagasaki.
Años después del Holocausto, Truman
respondía a la pregunta de si se arrepentía de algo en su vida, a lo que
respondió con un humorismo sórdido y macabro: "Me arrepiento de no haberme
casado antes". Hiroshima y Nagasaki y el resto de las persecuciones, no
estaban en su haber de arrepentimiento.
Es útil recordar que Truman planteó una
nueva política exterior por parte de los Estados Unidos. El Plan Marshall, la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fueron las más
sobresalientes manifestaciones de esa política, y la lucha contra la expansión
del comunismo, la "Doctrina Truman".
Pueblo de Venezuela no crea en tan
grandes asesinos y genocidas, no crean que buscando el amparo y protección de
los yanquis para salir de nuestro presidente Maduro, sus bombas llevaran
escritas “solo matar chavistas”
Viva nuestra Revolución, viva Chávez, viva Maduro.
Profesor José
Luis Díaz Domínguez
Integrante de la
Cátedra Moral y Luces,
de nuestra Aldea
de Encuentro y de la
Comunidad
Cristiana Jesús el Buen Pastor
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