Mujer furiosa que con
su arrollador andar nos da una lección de política práctica.
Anuncia que va para
Cuba y que de ahí viajará, como cualquier balsero, rumbo a Florida a buscar el
sueño americano.
Oh, sorpresa! El sueño
americano consiste en un grito que dice "viene Irma, sálvese quien
pueda". La gente corre al supermercado a pelearse por comida hasta
desabastecerlo totalmente. La gente, en su auto, procede a la evacuación
generando el bloqueo de las vías. La gente piensa si está al día en el pago del
seguro.
La población de Florida
huye de Irma, en su huída la gasolina se agota y las vías se colapsan por la
cantidad de autos. En su huída movida por combustible fósil, garantizan que
vengan más huracanes aún más grandes.
Darwinismo social,
sobrevive el que tiene.
En Cuba, pequeña isla
bloqueada y solidaria, de inmediato se forman las brigadas de trabajo, que son
la forma organizada de defender al otro, al vecino, al hermano, al desconocido.
Unos ponen la comida y las medicinas de todos a resguardo; otros se ocupan de
hacerle mantenimiento al alcantarillado para mitigar las inundaciones; se podan
los árboles para que las ramas no sean proyectiles asesinos; se ocupan de
llevar la gente a refugios e instalaciones militares seguras. Ante el peligro
lo colectivo, lo plural es la respuesta. La ira de Irma encuentra un pueblo,
por amor y por deber reunido.
Antes de morir, Irma
sabrá que su ira es inútil cuando hay un muro de corazones que se juntan.
(@Cubanamera)
Sergio Serrano
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